domingo, 17 de abril de 2016

Demofonte y Filis

Demofonte, un joven de Atenas, visita Tracia y Filis, la hija del rey, se enamora locamente de él. Al partir, Demofonte promete volver pronto. Pero pasa el tiempo y la promesa no se cumple. Filis, despechada, se cuelga de un árbol y muere. La diosa Atenea se compadece y la convierte en un almendro florido. Al enterarse de la tragedia, Demofonte, acongojado, se apresura a volver y se acerca al árbol. En ese momento Filis le perdona y se encarna sólo por unos instantes para abrazarlo. La escena está bellamente representada en el cuadro “El árbol del perdón”, de Edward Burne-Jones (1882).